Primeros Auxilios: cómo actuar frente a estas 10 emergencias reales
Los primeros auxilios son intervenciones que se realizan para asistir a una persona en apuros o que ha sufrido una emergencia médica, con el objetivo de preservar su vida y promover su recuperación hasta la llegada de ayuda profesional. A continuación, hacemos un breve resumen de las emergencias médicas más comunes y detallamos las mejores prácticas para cada situación.

Los primeros auxilios nos ayudan en casos de:
Reanimación Cardiopulmonar (RCP)
La parada cardíaca es una de las emergencias más graves a las que nos podemos enfrentar. La RCP es la técnica más famosa y la que se suele recomendar en estos casos. La RCP consta de compresiones torácicas para mantener la circulación sanguínea y la oxigenación en ausencia de pulso. Conocer esta técnica es sencillo y en ocasiones se enseña como un juego, pero puede ser un detalle clave para la supervivencia de una persona en peligro.
Maniobra de Heimlich y Asfixia
La asfixia que se produce al ingerir un alimento es una emergencia que puede ocurrir en nuestro entorno en cualquier momento. La emergencia atormenta a millones de padres y es la razón por la que se cortan los alimentos en pequeños trozos antes de dárselos a un niño pequeño. El protocolo de actuación sugiere la realización de la Maniobra de Heimlich. Consiste en realizar compresiones abdominales que buscan expulsar el objeto obstructivo, restableciendo la respiración normal. Es un procedimiento familiar para la población, pero muy pocas personas saben hacerlo de forma correcta. Es fundamental actuar con rapidez y eficacia en estos casos, por lo que una pequeña formación en primeros auxilios puede salvar una vida.
Uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA)
Todos hemos visto las señales del metro que nos apuntan a un DEA. Lo más probables es que incluso sepamos dónde está ubicado en las paradas dónde nos subimos y nos bajamos del tren. Sabemos para que sirve, pero no sabemos usarlo. A diferencia de la RCP o la Maniobra de Heimlich, los DEA están diseñados para ser usados por cualquier persona, ya que indican los pasos a seguir, pero no está de más tener un conocimiento previo que ayude a mantener la calma y hacer las cosas de forma correcta.
Como hemos mencionado antes, la rapidez frente a una parada cardiaca es crucial. El DEA analiza el ritmo cardíaco y, si es necesario, administra una descarga eléctrica para restablecer el ritmo normal. Usarlo, junto con la RCP, aumenta notablemente las tasas de supervivencia.
Atención a Heridas, Hemorragias, Fracturas y Esguinces
Las heridas y hemorragias graves requieren una atención inmediata para prevenir infecciones y pérdidas sanguíneas significativas. Estas emergencias pueden producirse en lugares dónde la llegada de los servicios de emergencia puede demorarse. Por ello, un actuación sensata puede prolongar la vida de una víctima hasta la llegada de ayuda profesional. Se recomienda la aplicación de presión directa y el uso de apósitos como medidas esenciales.
En el caso de que el objeto siguiera clavado en la víctima, es fundamental no extraerla, pues podría acelerar la pérdida de sangre. En casos de fracturas y esguinces, es vital inmovilizar la zona afectada y evitar movimientos que puedan agravar la lesión. Tener conocimientos en primeros auxilios nos ayudará a hacerlo de forma correcta, sin dañar a la víctima en el proceso.
Tratamiento de Quemaduras
Las quemaduras pueden variar en gravedad. Las más comunes suelen ser pequeñas quemaduras producidas por la plancha o al sacar una pizza del horno. En estos casos es importante enfriar la zona afectada con agua corriente durante varios minutos y cubrirla con apósitos estériles. No se recomienda el uso de remedios caseros que puedan empeorar la lesión. En casos más graves, es crucial llamar a los servicios de emergencia lo antes posible.
Manejo de Shock Anafiláctico y Crisis Asmática
El shock anafiláctico es una reacción alérgica severa que puede ser mortal si no se trata de inmediato. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, hinchazón y caída de la presión arterial. La administración de adrenalina es fundamental en estos casos. Por otro lado, una crisis asmática se caracteriza por la obstrucción de las vías respiratorias, y el uso de broncodilatadores es esencial para aliviar los síntomas.
Actuación ante Convulsiones
Cuándo una persona de nuestro entorno empieza a convulsionar puede asustarnos, pero debemos mantener la calma. Es crucial proteger a la persona de lesiones, colocando algo suave bajo su cabeza y alejándola de objetos peligrosos. No debemos luchar contra sus movimientos ni introducir objetos en su boca.
Prevención y Tratamiento de Hipotermia y Golpe de Calor
Los riesgos climáticos muchas veces se toman a la ligera, pero pueden tener consecuencias fatales. La hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal desciende peligrosamente, mientras que el golpe de calor es el resultado de una elevación excesiva de la misma. Ambas condiciones requieren intervenciones inmediatas para normalizar la temperatura corporal y evitar complicaciones graves.
Para estos casos lo principal es tratar de evitarlos tomando las precauciones adecuadas.
Manejo de Intoxicaciones, Picaduras, Mordeduras y Electrocución
Las intoxicaciones por sustancias tóxicas, así como las picaduras y mordeduras de animales, pueden tener consecuencias severas. Estas situaciones ocurren en momentos inesperados y muchas veces no sabemos como actuar. Es esencial identificar la causa y buscar atención médica rápidamente.
En casos de electrocución, se debe interrumpir la fuente de electricidad y evaluar el estado de conciencia y respiración de la víctima. Se debe tener mucho cuidado a la hora de interrumpir la electrocución, pues al intentarlo sin cuidado, puede afectarnos a nosotros. Cualquier contacto evitando la electrocución debe hacerse a través de un material no conductor. Formarse en primeros auxilios nos ayudará a identificar el problema en cada situación y actuar de forma correspondiente.
Reconocimiento y Manejo del Estado de Shock
El estado de shock es una condición crítica en la que el flujo sanguíneo hacia los órganos vitales se ve comprometido, lo que puede provocar falla orgánica y, en casos graves, la muerte. Puede ser causado por hemorragias severas, infecciones, alergias, deshidratación, traumatismos o problemas cardíacos. Debemos identificar el shock cuanto antes. Los síntomas indicadores de un shock son: Piel fría, pálida o húmeda, pulso rápido y débil, respiración acelerada, mareos, debilidad o confusión y pérdida de conciencia en casos severos.
Si una persona muestra estos signos, lo primero que debemos hacer es llamar a los servicios de emergencia. Mientras llegan, debemos tumbar a la persona boca arriba elevando ligeramente sus piernas para promover la llegada de sangre a su corazón. También es importante no darle de comer ni de beber y asegurarse de que está bien abrigada para evitar la hipotermia.
Todos estos casos de emergencias pueden producirse en cualquier momento y afectar a personas de nuestro entorno. Es por ello que tener los conocimientos básicos puede comprar el tiempo suficiente para que los servicios de emergencia puedan actuar con mayor facilidad y por ende, aumenta las probabilidades de supervivencia. En nuestro centro, impartimos cursos de primeros auxilios que muestran los protocolos adecuados que debemos seguir para todas las emergencias que mencionamos.